DESENPAQUETA QUE ALGO QUEDA

Os habéis preguntado alguna vez ¿ Cuantos kg de residuos de plástico genera una casa diariamente?.

Actualmente vivimos en la era del overpacking, es decir, sobre empaquetamiento, o lo que es lo mismo, sobra empaquetamiento.

Las industrias se han empeñado en empaquetarnos hasta la médula, un ejemplo, el otro día fui al supermercado y me dio una alegría cuando me encontré con un mostrador lleno de cajas enormes, que contenían productos navideños al por mayor, y pensé, bien, solo una bolsita de plástico para coger lo que yo quiera de cada cosa, me encantó.

¡Por fin! han pensado que una sólo tiene dos manos y un carro para comprar en el super y que no quiere acumular cajas y cajas de productos, en las que después te das cuenta de que a penas viene el producto, es todo caja.

Al principio del invento te daba hasta algo de ilusión eso de abrir la cajita de cartón y ver una bandejita que a su vez se envolvía en una bolsita de plástico, pero ahí no queda la cosa, cada dulcecito, a su vez, venía envuelto también en su correspondiente bolsita.

Vale, yo me preguntaba cuando compraba dicha cajita, ¿Será verdad que los 600 gr que dice tener de producto esta cajita de dulces navideños, son dichos gramos de dulce en realidad?, o por el contrario si quitamos el peso de la cajita de cartón en la que viene, (eso sí, con un diseño fantástico aunque sea de marca blanca, se nota que se lo han currado los publicistas), por otro lado la bandejita, la bolsita de plástico que la recubre y los envases individuales.
Total, que yo creo que de 600 gr, nada de nada, 60 gr como mucho.

Si compramos varias cajitas para endulzar esta época de crisis que estamos viviendo, cuántas bolsas de basura tiramos con todos esos embalajes, bueno imposible de creer, porque el cubo de basura que está dividido en dos, una parte para orgánico y otra para plásticos, ni que decir tiene que en un momento se nos queda chico, y gastamos rápidamente las bolsas de basura, que son en las que traemos precisamente, las cajitas de dulces.

Así que no sé que harán los demás, pero yo me llevé una alegría al poder comprar con solo una bolsita, en la que echaba lo que yo quería y luego la cerraba, pesaba y pagaba.

RRE