Normalmente no me suelo fijar mucho en el día en el que vivo, me refiero que ahora que estoy desempleada, sé que es lunes o martes porque llevo a la niña al colegio, pero no sé qué significado puede tener un día normal porque mi entretenimiento es llevar a la niña al cole, llegar a casa y mientras desayuno ver los enlaces de internet que considero interesantes, ya que no puedo quedarme quieta, necesito aprender cosas nuevas y por lo menos internet te ofrece esa oportunidad.
Pero hoy es un día especial, en la TV e Internet te recuerdan que hoy es el DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA, yo me siento trabajadora aunque no esté trabajando fuera de casa en la actualidad, mejor dicho luchadora, porque todos los días intento abrirme hueco en el mercado laboral y a veces lo consigo y otras no.
La verdad es que es un poco complicado de abordar este tema porque cada una lo narra según le ha ido en la vida, según sus experiencias, yo os puedo decir que tener a mi hija fue la experiencia más bonita del mundo, pero también me sirvió para darme cuenta de que lo que hacía hasta el momento era competir, no vivir.
Por eso a partir de ese momento decidí vivir, hacer las cosas por convencimiento no convencionalismos, intentar llegar a otras personas con mis ideas, transmitir el trabajo bien hecho, ver que podemos superarnos día a día y que podemos encontrar siempre tareas nuevas que realizar, aunque no estemos trabajando fuera de casa.
Y sobre todo no perder la esperanza de encontrar un trabajo relacionado con nuestros estudios, dónde realmente te encuentres satisfecha a la hora de poner en marcha un proyecto, en el que disfrutes pensando que mejoras puedes realizar y en el que puedas superarte día a día, pero la realidad es que estás más preocupada de que te elijan a la hora de llevar el curriculum a una empresa, de que tus jefes estén contentos, de que comprendan el porqué tomas una decisión en un proyecto y la quieres llevar adelante, de luchar con otras personas que llegan a la empresa empujando fuerte y temer por tu empleo.
Por ello al final pienso que en la vida hay que intentar ser feliz en todo momento, con todas las pequeñas cosas que hacemos a diario, porque esto es invertir en tu felicidad.
Intentar ser una misma, defender tus ideas con respeto, no tener tanto miedo a perder el trabajo, en fin quizás una utopía en estos momentos.
RRE
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